¿Por qué la economía dominicana crece menos, pero sigue estable?

¿Por qué la economía dominicana crece menos, pero sigue estable?

El crecimiento económico de República Dominicana se ha moderado en 2025, reflejando los efectos de un entorno global de incertidumbre y menor liquidez. Según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), la expansión acumulada a julio fue de 2.4 %, inferior a los niveles de años anteriores. Aun así, las políticas de estímulo fiscal y monetario han evitado una desaceleración más profunda y han sostenido la estabilidad de precios y del mercado cambiario.

El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) atribuye este comportamiento al impacto de las condiciones externas en la inversión privada, especialmente en el sector construcción, que representa el 12.3 % del PIB y registró una contracción de 2.3 % en el primer semestre. Sin embargo, en julio mostró señales de recuperación, con un crecimiento de 3.8 %.

Entre los sectores que han compensado parcialmente la desaceleración se destacan servicios financieros, con un crecimiento de 7.7 % al mes de julio, impulsados por un aumento de 10.3 % del crédito al sector privado, y explotación de minas y canteras, que creció 21 % en julio, acumulando 5.1 % en el año. El sector agropecuario también mostró dinamismo con un 4.46 % de expansión.

Para contrarrestar la menor actividad, la Junta Monetaria aprobó un programa de liquidez de RD$81 mil millones, del cual ya se ha ejecutado el 60 %. El Gobierno, por su parte, reformuló el presupuesto nacional con un aumento del 20 % en el gasto de capital, equivalente a RD$35,548 millones, destinado a impulsar la inversión pública. Ambas medidas buscan que el crecimiento cierre 2025 con una tasa de 3 % interanual, según el Marco Macroeconómico 2025–2029.

La inflación se mantiene dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %, reflejo de la prudencia en la conducción fiscal y monetaria. Los subsidios energéticos y alimentarios han sido claves para mitigar la volatilidad externa. De acuerdo con el Banco Central, “la política económica ha sido acertada para preservar la estabilidad de precios sin comprometer el crecimiento”.

En el frente externo, las fuentes de divisas muestran resultados positivos. Las exportaciones alcanzaron US$8,256 millones a julio, con un aumento de 10.3 % frente a 2024. Las remesas sumaron US$6,875 millones, máximo histórico con un crecimiento de 11.6 %, y la inversión extranjera directa se proyecta en US$4,700 millones al cierre de 2025.

Aunque el tipo de cambio experimentó fluctuaciones por la coyuntura internacional, el peso dominicano mostró resiliencia. Tras una apreciación del 2.03 % en el segundo trimestre, el Banco Central cerró agosto con US$13,882 millones en reservas, suficientes para cubrir más de cinco meses de importaciones, superando el umbral recomendado por el FMI.

En este contexto, la autoridad monetaria mantuvo la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 5.75 % durante todo el año, buscando equilibrio entre crecimiento y estabilidad cambiaria.

En los últimos cinco años, el país ha logrado sostener un crecimiento promedio cercano al 5 %, posicionándose entre los más dinámicos de América Latina. Sin embargo, las autoridades reconocen que la economía local sigue expuesta a las condiciones financieras internacionales y a las tensiones geopolíticas que afectan el flujo global de capitales.

El reto inmediato será sostener el ritmo de expansión sin comprometer los logros de estabilidad alcanzados.