¿Puede el turismo transformar la frontera sur dominicana?

¿Puede el turismo transformar la frontera sur dominicana?

El turismo es el gran motor de la economía dominicana: en 2024 aportó casi US$26,000 millones, cerca del 20 % del PIB, según cifras de la Presidencia. Sin embargo, esa riqueza no se distribuye de manera uniforme. Mientras polos consolidados como Punta Cana, Puerto Plata y La Romana concentran la mayoría de visitantes e inversiones, la frontera sur permanece rezagada pese a su enorme potencial.

En la Región Enriquillo, más de la mitad del territorio corresponde a áreas protegidas con playas vírgenes, montañas, biodiversidad única y riqueza cultural que aún no se traducen en beneficios económicos significativos para las comunidades locales.

Pedernales y Cabo Rojo: la gran apuesta

El Proyecto Turístico de Cabo Rojo en Pedernales representa la piedra angular de una nueva estrategia de desarrollo. Este polo aspira a convertirse en un modelo de turismo sostenible con hoteles ecológicos y de lujo, circuitos de bajo impacto, infraestructura pública y, sobre todo, un nuevo Aeropuerto Internacional de Pedernales, que conectará la frontera con mercados internacionales.

La visión es articular un Sistema Turístico de Pedernales que integre a las comunidades: desde el pueblo cabecera hasta la comunidad rural de Las Mercedes y el Parque Nacional Jaragua, uno de los espacios de mayor biodiversidad del Caribe.

Más que hoteles: infraestructura y servicios

El desarrollo no se limita a la construcción de habitaciones. La Estrategia para el Desarrollo de la Zona Fronteriza MiFronteraRD plantea un plan de ordenamiento territorial, inversión en energía, agua potable, salud y vivienda, además de circuitos viales que faciliten la movilidad interna.

El MEPyD, junto al Ministerio de Turismo, DGAPP, MICM, Medio Ambiente, Obras Públicas, INAPA, EDESUR y el fideicomiso Pro-Pedernales, coordinan esfuerzos bajo el programa “Frontera Productiva”, cuyo objetivo es vincular desarrollo económico con preservación ambiental.

Retos: sostenibilidad y equidad

El desafío principal será lograr que este modelo genere beneficios reales para la población residente, evitando reproducir desigualdades de otros polos turísticos. Para ello, se incluyen mecanismos de evaluación de impacto ambiental, capacidad de carga y manejo de áreas naturales.

El éxito del proyecto Cabo Rojo podría significar que la frontera sur deje de ser una región marginal para convertirse en un motor de desarrollo nacional. Pero el riesgo es claro: si no se gestiona con equilibrio, el turismo podría poner en jaque los mismos recursos naturales que hoy lo hacen atractivo.