¿La formación técnica sostiene la moda dominicana?

¿La formación técnica sostiene la moda dominicana?

En 2024 más de 8,500 personas participaron en programas de formación vinculados a la moda y la confección, según datos de INFOTEP citados en el informe Situación de la Industria de la Moda en República Dominicana: Talento, creatividad, exportaciones y oportunidades. Del total, 73% fueron mujeres. El dato importa porque la disponibilidad y el nivel de especialización de la mano de obra técnica inciden directamente en la capacidad productiva, la calidad de las manufacturas exportables y la posibilidad de escalar en cadenas globales de valor.

Qué se formó y dónde se concentra la capacitación

Los programas de formación se concentraron en ocupaciones técnicas operativas y creativas: costura doméstica y uso de máquina de coser (+1,300 participantes), confección de prendas exteriores y alta costura (+1,000), bordado y artesanía textil (+180), y patronaje (+100). Estas cifras muestran una predominancia de habilidades operativas que sostienen la producción de volumen, pero también evidencian un menor número de participantes en perfiles técnicos avanzados como patronistas y escaladores.

Contexto y razones detrás del énfasis técnico

La estructura productiva de la moda dominicana, caracterizada por un amplio número de microempresas (aprox. 78%) y por la concentración de exportaciones en zonas francas, requiere mano de obra técnica con capacidades para mantener estándares de calidad y cumplir con especificaciones de clientes internacionales. La formación responde a necesidades inmediatas de la cadena de suministro: productividad en línea de producción, control de calidad y adaptación a diseños específicos. Al mismo tiempo, la presencia mayoritaria de mujeres en la formación refleja la composición de la fuerza laboral del sector textil y de confección.

Comparaciones y antecedentes relevantes

Modelos de competitividad en la región han combinado formación técnica con incentivos para la formalización, mejoras en infraestructura productiva y esquemas de vinculación entre empresas y centros de formación. En países con cadenas textiles más avanzadas, el crecimiento de perfiles técnicos de mayor complejidad (patronaje, escalado, control de proceso) ha ido acompañado de programas de transferencia tecnológica y de cooperación con institutos técnicos y universidades. En el caso dominicano, la concentración de formación en habilidades operativas sugiere una etapa con foco en consolidar capacidad de producción antes de un cambio amplio hacia mayor integración vertical y diseño de alto valor añadido.

Implicaciones para la industria y la política pública

La existencia de un volumen significativo de formación técnica permite sostener la oferta actual y responder a pedidos de exportación. No obstante, la distribución de las capacitaciones indica dos efectos a considerar: primero, la necesidad de elevar la participación en perfiles técnicos avanzados para aumentar valor unitario de los productos; segundo, la importancia de articular la formación con acceso a maquinaria, financiamiento y canales de comercialización para que el capital humano pueda traducirse en crecimiento empresarial. El informe subraya que “invertir en la formación técnica … es garantizar que cada puntada lleve la marca de la excelencia dominicana”, texto que refleja la perspectiva del sector sobre la relación entre capacitación y competitividad.

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