
¿Por qué el tenis es llamado el “Deporte de Blanco” y Wimbledon su “Catedral”?
- 2025-07-02
- Autor: Te Lo Explico
Redacción. A propósito de que se está celebrando la edición número 138 de uno de los “Grand Slam” más importante del tenis, todos los ojos están puestos en la cancha de césped más famosa del mundo, el torneo de Wimbledon, que se lleva a cabo en Inglaterra. Por tal razón, ponemos en contexto el porqué esta es la catedral del tenis y le llamamos “el deporte de blanco”.
Desde los jardines impecables del All England Club hasta las canchas duras del circuito profesional, el tenis ha llevado consigo un apodo que lo acompaña desde hace más de un siglo: el deporte de blanco. Esta etiqueta no sólo alude al tradicional atuendo que lucen sus jugadores, sino que carga consigo una historia tejida entre elegancia, elitismo y exclusión racial, que ha marcado la evolución de este deporte tanto dentro como fuera de la cancha.
El origen de esta denominación se remonta al siglo XIX, cuando el tenis, entonces llamado lawn tennis, comenzó a practicarse entre la aristocracia británica. En esa época, los partidos se disputaban al aire libre durante el verano y se exigía a los jugadores vestir completamente de blanco. La razón era práctica: el blanco reflejaba el sol y disimulaba el sudor, lo cual se consideraba más “refinado” para los estándares sociales de la época.
Pero había más que funcionalidad en ese código de vestimenta. El blanco era también un símbolo de estatus, una forma de diferenciarse de las clases trabajadoras y de mantener el espíritu “puro” y exclusivo de un deporte que se concebía como un entretenimiento de salón trasladado al jardín.
Con el paso del tiempo, este código se volvió casi sagrado, sobre todo en los grandes torneos tradicionales como Wimbledon, que hasta el día de hoy exige a sus participantes vestir de blanco, con un margen mínimo para otros colores. Este reglamento, aunque enmarcado en la defensa de la tradición, ha sido visto por muchos como una resistencia al cambio y a la diversidad cultural dentro del tenis.
En la actualidad, muchos torneos han relajado sus reglas de vestimenta, permitiendo una mayor libertad estética y cultural, tanto en hombres como en mujeres. Marcas deportivas han comenzado a diseñar uniformes más inclusivos, y jugadores de todas las razas han comenzado a mostrarse con orgullo tal como son, dentro y fuera de la cancha.
Aun así, Wimbledon sigue siendo la catedral del blanco. Llamar al tenis “el deporte de blanco” va más allá de una simple referencia al vestuario. Es una expresión que revela un legado histórico, social y racial que aún está en proceso de transformación. Y aunque el blanco puede representar elegancia, también ha simbolizado privilegio.
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