
Obesidad: una epidemia global que exige respuestas
- 2025-07-01
- Autor: Yoan Silverio
Redacción. La obesidad continúa afectando el sistema de salud pública a nivel mundial. Con cifras en constante aumento, esta enfermedad crónica y sistémica afecta a millones de personas, con consecuencias tanto para la calidad de vida como para la salud general.
Según proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este año más de 167 millones de personas sufrirán problemas de salud derivados del sobrepeso y la obesidad. Ya en 2022, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advertía que un 43 % de los adultos tenía sobrepeso, y un 16 % vivía con obesidad.
Estas cifras incluyen a adultos, adolescentes y niños, lo que subraya la magnitud del problema y la necesidad de intervenir desde etapas tempranas.
Síntomas visibles, consecuencias invisibles
Los síntomas asociados a la obesidad son variados y afectan diferentes sistemas del cuerpo. Entre los más comunes se encuentran:
Problemas respiratorios: apnea del sueño, falta de aire y somnolencia diurna.
Dolores musculoesqueléticos: dolor de espalda, articulaciones y presencia de artritis.
Trastornos metabólicos: sudoración excesiva, intolerancia al calor y fatiga constante.
Problemas cutáneos: infecciones frecuentes en los pliegues de la piel.
Pero más allá de los síntomas visibles, la obesidad incrementa significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer, y puede agravar los efectos de infecciones como la COVID-19.
Diagnóstico y tecnología al servicio de la salud
Aunque el Índice de Masa Corporal (IMC) sigue siendo una herramienta de referencia, en 2025 su uso se complementa con evaluaciones más precisas como la circunferencia de cintura, la bioimpedancia y exámenes como la DEXA para calcular el porcentaje de grasa corporal.
Actualmente, se diferencia entre la obesidad preclínica cuando existe exceso de grasa sin afectación de órganos y la obesidad clínica, que ya presenta signos de daño sistémico.
Un enfoque sistémico
Este año, el lema del Día Mundial de la Obesidad, el pasado 4 de marzo, fue: «Cambiando sistemas, vidas más saludables». La consigna refleja un cambio de paradigma: la obesidad no es solo un problema individual, sino el resultado de múltiples factores sociales, económicos y ambientales.
Según informaciones el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son fundamentales para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida. Esto incluye desde intervenciones médicas y nutricionales, hasta la creación de entornos saludables que favorezcan la actividad física.
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