Redacción. Estados Unidos ha movilizado un escuadrón anfibio hacia el sur del Caribe, específicamente cerca de las costas de Venezuela, como parte de una operación para enfrentar a los cárteles de droga en América Latina.

Según fuentes consultadas por Reuters, la operación responde a una estrategia impulsada por el presidente Donald Trump para combatir amenazas a la seguridad nacional, catalogadas como “narco-terroristas”.

El despliegue incluye buques como el USS San Antonio, USS Iowa Jima y USS Fort Lauderdale, con unos 4,500 efectivos, incluyendo 2,200 marines. Además, se han movilizado submarinos nucleares, destructores, aviones P8 Poseidon y al menos un barco con misiles.

La Casa Blanca acusó directamente al Gobierno de Nicolás Maduro de estar involucrado en el narcotráfico, calificándolo como un “cartel”, y apuntó al Cartel de los Soles como responsable de traficar cocaína hacia EE. UU. En apoyo a esta operación, el secretario de Defensa redefinió el papel del Ejército estadounidense, extendiendo sus funciones a la lucha contra el tráfico de drogas y la inmigración irregular.

La acción ha provocado reacciones en la región. Cuba criticó duramente la operación, mientras que Venezuela respondió movilizando milicianos bajo un llamado “plan de paz”. Washington, en tanto, intensificó sus denuncias y medidas contra Maduro, elevando la recompensa por su captura a 50 millones de dólares.

Mientras que los líderes de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) comunicaron este miércoles su rechazo al despliegue de buques de Estados Unidos en aguas del Caribe, frente a Venezuela por parte de la administración del presidente Trump.

Además, exigieron “el cese inmediato de cualquier amenaza o acción militar que vulnere la integridad territorial y la independencia política de los estados de América Latina y el Caribe”.

Sin embargo, Nicolás Maduro manifestó “estamos viviendo, como se sabe, una coyuntura de frenesí enloquecido, de amenazas a granel. Lanzan amenaza, por aquí, lanza otra amenaza por allá, los que se creen dueños del mundo”.

Se recuerda que, a principios de agosto, el Gobierno de Donald Trump anunció la duplicación de la recompensa por el arresto de Nicolás Maduro a 50 millones de dólares, acusándolo de ser uno de los mayores narcotraficantes del mundo.