
Cae a 2.5 % el crecimiento económico en RD: inversión pública y privada se frenan en medio de incertidumbre internacional
- 2025-06-05
- Autor: Te Lo Explico
La economía de la República Dominicana ya no avanza al ritmo acelerado de años anteriores. Un crecimiento promedio de apenas 2.5 % entre enero y abril de 2025, frente al 5.5 % registrado en igual período del año anterior, refleja una desaceleración clara. El propio Gobierno ha reducido su proyección de crecimiento para todo el año de un 4.75 % a un 4.5 %. ¿Qué está detrás de este freno económico? Una combinación de factores locales e internacionales lo explica.
Una economía presionada por dentro y por fuera
En su análisis más reciente del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE), el Banco Central atribuye la ralentización a una menor demanda interna, con especial énfasis en la caída de la inversión privada. Este componente, sensible a la percepción y expectativas del entorno, ha reaccionado negativamente a un clima internacional adverso, marcado por tasas de interés elevadas, restricciones de liquidez y una geopolítica inestable, especialmente desde los Estados Unidos.
A lo interno, otro freno importante ha sido la baja ejecución del gasto de capital por parte del Gobierno Central, que en los primeros cinco meses del año solo había devengado el 27 % de lo presupuestado para todo el 2025, con apenas RD$47,180.9 millones invertidos. Además, la aprobación de proyectos de inversión pública cayó un 83.39 % en el primer trimestre del año, comparado con igual período de 2024. La obra pública, históricamente un motor de la actividad económica, hoy apenas engrana.
El impacto de las decisiones de Trump y la Reserva Federal
El contexto internacional tampoco ayuda. Las decisiones del presidente estadounidense Donald Trump, como la reciente duplicación de los aranceles al acero y aluminio importados (de 25 % a 50 %), suman incertidumbre comercial. A eso se une la disputa con el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien ha mantenido las tasas de interés en el rango de 4.25 % a 4.5 %, pese a las presiones del Ejecutivo por reducirlas ante el estancamiento del empleo privado.
La política monetaria restrictiva de Estados Unidos encarece el crédito y enfría la inversión global, impactando indirectamente a economías abiertas como la dominicana. El Banco Central local reconoce que una relajación de estas condiciones en su principal socio comercial permitiría mayor margen de maniobra para activar la economía nacional sin comprometer la estabilidad de precios.
Aunque la desaceleración es evidente, el Banco Central mantiene un tono moderadamente optimista. Destaca la resiliencia histórica de la economía dominicana y su capacidad de recuperación. Parte de esa confianza se basa en la sostenida entrada de divisas a través de inversión extranjera directa, turismo, remesas y exportaciones.
En cuanto a sectores económicos, el balance es mixto. Se observan tasas interanuales positivas en varias áreas clave:
- Agropecuaria: 4.8 %
- Servicios: 3.4 %, destacando los servicios financieros (9.6 %), transporte y almacenamiento (4.8 %), y comercio (3.6 %)
- Manufactura local: 1.5 %
- Zonas francas: 0.8 %
Sin embargo, dos sectores estratégicos siguen en contracción:
- Construcción: -2.3 %, afectada por el alza de las tasas reales y la incertidumbre global
- Minería: -2.2 %, aunque mejora frente al desplome de -16.5 % del año anterior, gracias al alza en el precio del oro
¿Qué implica esta moderación para el país?
El cambio de tono en el desempeño económico no significa crisis, pero sí un llamado de atención. El enfriamiento de la inversión, tanto privada como pública, compromete el dinamismo productivo y el empleo. Además, la falta de espacio fiscal limita la posibilidad de aplicar medidas contracíclicas agresivas.
En un año donde el contexto internacional es volátil, las decisiones de política económica interna—como acelerar el gasto de capital y mejorar la ejecución presupuestaria—podrían marcar la diferencia entre mantener la resiliencia o entrar en una fase de estancamiento.
Por ahora, la economía dominicana sigue creciendo, pero a paso más lento. Las señales están claras, y el reto será actuar con previsión, estrategia y realismo fiscal.