Banca dominicana ajusta portafolios por alza en morosidad y riesgo

Banca dominicana ajusta portafolios por alza en morosidad y riesgo

El sistema financiero dominicano inició el 2025 con signos claros de ajuste y cautela. En un contexto global marcado por la incertidumbre política en Estados Unidos y el deterioro de las proyecciones económicas mundiales, la banca nacional ha comenzado a rediseñar sus estrategias de inversión y provisión de riesgos, con implicaciones directas sobre su rentabilidad y exposición crediticia.

El primer trimestre del año se caracterizó por una combinación de factores externos —como la volatilidad en los mercados internacionales, la reversión del dólar estadounidense y una corrección en los precios del petróleo— y dinámicas internas que reflejan una ralentización de la actividad económica. República Dominicana ocupó el tercer lugar en crecimiento económico en la región, detrás de Guatemala y Costa Rica, y mantuvo sin cambios su postura monetaria, enfocada en el tipo de cambio y las tasas de interés, según el más reciente Informe Anual de Desempeño del Sistema Financiero de la Superintendencia de Bancos.

Aunque el Índice de Condiciones Financieras (ICF) se mantuvo en terreno positivo por sexto mes consecutivo (0.72 en marzo), comenzaron a visibilizarse señales tempranas de deterioro en la calidad del crédito. La morosidad en el sistema aumentó en 0.20 puntos porcentuales, con un alza más pronunciada en los préstamos de consumo y tarjetas de crédito (0.2 y 0.4 puntos porcentuales, respectivamente). Asimismo, los castigos de cartera crecieron interanualmente en más de RD$8,433.6 millones.

Este panorama exigió a las entidades financieras un fortalecimiento de sus provisiones, que aumentaron en RD$7,170 millones (10.9%) durante el trimestre. Sin embargo, ese esfuerzo para blindarse frente al deterioro crediticio presionó sus márgenes, provocando una caída de -4.7% en las utilidades netas del sistema.

Por el lado de las inversiones, los portafolios también evidencian un viraje. Los valores del Banco Central en circulación cayeron en RD$4,135 millones, mientras que las entidades redujeron su exposición a bonos del BCRD en RD$21,591 millones. En contraste, aumentaron sus inversiones en bonos del Ministerio de Hacienda, con un crecimiento neto de RD$13,116 millones, concentrado en emisiones en pesos dominicanos.

Esta transición ha modificado la composición de los portafolios financieros, con una creciente concentración en bonos soberanos de largo plazo. La participación de los bonos de Hacienda pasó de 36% en marzo de 2024 a 60% al cierre del primer trimestre de 2025. Además, la duración promedio en dólares del portafolio aumentó de 9.5 a 12.5 años, impulsada por una mayor proporción de títulos a más de 10 años, mayormente en moneda extranjera.

Este cambio estratégico responde tanto a la búsqueda de cobertura cambiaria como a una menor disposición a exponerse a títulos de corto plazo, en un entorno donde la posibilidad de estanflación —alto desempleo con inflación persistente— empieza a preocupar a los organismos multilaterales como el FMI y el Banco Mundial.

Aunque el sistema financiero dominicano aún opera en condiciones positivas, la combinación de deterioro crediticio, caída en utilidades y ajuste en la duración de los portafolios sugiere una fase de mayor cautela. Las decisiones actuales, centradas en provisiones, largo plazo y diversificación cambiaria, reflejan una gestión de riesgos activa, pero también reconocen un entorno más desafiante a nivel local e internacional.

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