¿A cuál renglón se destinó el 80 % del gasto ambiental en 2024?

¿A cuál renglón se destinó el 80 % del gasto ambiental en 2024?

La protección de la biodiversidad absorbió más del 80% del gasto público destinado al medio ambiente en 2024, lo que refleja una clara orientación hacia la sostenibilidad de los ecosistemas y la gestión de desechos. Así lo indica el Boletín de Estadísticas Ambientales No. 10 de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), que detalla cómo se ejecutó el presupuesto ambiental por finalidad, evidenciando cambios importantes en las prioridades gubernamentales.

Según el informe, el Gobierno Central asignó RD$6,964.41 millones —un 80.78% del total del gasto ambiental— a la actividad de protección de la biodiversidad y ordenación de desechos. Esta cifra supera con creces el presupuesto destinado a otras áreas como la protección del aire, el agua y el suelo (RD$814.48 millones, 9.44%) y el cambio climático (9.78%).

Al desglosar ese 80%, se observa que el 95.05% del gasto en biodiversidad y desechos fue dirigido exclusivamente a la protección de la biodiversidad, lo que equivale a RD$6,619.40 millones. Mientras que solo un 4.95% se utilizó para la gestión de desechos, una diferencia que evidencia un rezago en la inversión en sistemas de recolección y tratamiento de residuos.

Conservación como prioridad económica y ambiental

La orientación del gasto público hacia la biodiversidad no solo responde a criterios ecológicos, sino también económicos. La biodiversidad asegura funciones clave como la regulación del clima, la provisión de recursos naturales y el soporte a sectores productivos como el turismo y la agricultura.

En 2024, el 64.17% del gasto en biodiversidad se concentró en la planificación, gestión y supervisión, lo cual sugiere un enfoque centrado en la coordinación institucional y no necesariamente en acciones directas de campo.

En contraste, la gestión de desechos aún enfrenta desafíos importantes. Aunque la adecuada disposición de residuos es esencial para evitar la contaminación de aire, suelo y agua, solo el 3.65% del presupuesto se dirigió al ordenamiento de desechos, y apenas un 0.04% a la prevención en la generación de residuos mediante procesos más limpios. Esta brecha evidencia una falta de inversión en soluciones estructurales que permitan reducir el volumen de residuos desde su origen.

Cambios notables en las prioridades del gasto

Comparado con 2023, el gasto ambiental para 2024 cambió de rumbo. La reducción de la contaminación, que el año anterior había recibido RD$883.85 millones, cayó en más del 50%, situándose en RD$398.63 millones. En cambio, la administración del agua, prácticamente inexistente en 2023 (con apenas RD$0.93 millones), recibió un impulso hasta alcanzar RD$352.34 millones.

Asimismo, la protección del suelo contra la erosión incrementó en un 88.32%, mientras que el gasto en alcantarillado y aguas residuales se redujo a un tercio. Esta redistribución sugiere una reconfiguración de las prioridades, donde ahora se favorece la gestión del agua y la prevención del daño al suelo, en lugar del control de contaminantes.

Cambio climático: más prevención, menos respuesta

En lo que respecta al cambio climático, el gasto —que representa casi el 10% del total ambiental— fue mayoritariamente dirigido a la prevención de riesgos y planificación estratégica. Las mayores asignaciones se destinaron a medidas mixtas (RD$269.13 millones) y reducción del riesgo de desastres climáticos (RD$246.66 millones). También se invirtió en generación de conocimiento (RD$153.24 millones) y planificación climática (RD$149.37 millones).

Este patrón refleja un enfoque más preventivo que reactivo, alineado con el contexto de vulnerabilidad de República Dominicana como Pequeño Estado Insular en Desarrollo (PEID), donde el impacto del cambio climático exige acciones anticipadas y sostenibles más que respuestas puntuales a desastres.

La ejecución del gasto ambiental en 2024 deja claro que el Gobierno ha centrado sus esfuerzos en proteger la biodiversidad, aunque aún quedan pendientes áreas clave como la gestión integral de residuos y la mitigación del cambio climático. Las cifras evidencian una prioridad nacional por preservar los recursos naturales y enfrentar los desafíos ambientales desde una perspectiva estructural, aunque todavía con brechas importantes en áreas críticas para garantizar una sostenibilidad completa.