Tres meses después, niña de 9 años sigue hospitalizada tras sufrir graves quemaduras
La menor fue presuntamente amarrada y rociada con gasolina por otra niña. Le han realizado cinco cirugías
Santo Domingo. — Una niña de 9 años permanece ingresada en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral, luego de haber sufrido quemaduras en al menos el 50 % de su cuerpo, tras un presunto ataque en Cancino que involucró a otra menor de 12 años. El caso, ocurrido hace casi tres meses, ha estremecido a la comunidad y mantiene a la familia de la víctima en una lucha por justicia y por su recuperación.
Josefina Reyes Castillo, quien cría a la niña desde que tenía pocos meses de nacida, relató que la menor fue llevada por otras dos niñas a un solar baldío, donde fue amarrada y rociada con gasolina. “El cuero de su brazo está en el hueso”, dijo Reyes, al describir el doloroso proceso que enfrenta la niña, que ha sido sometida a cinco cirugías hasta el momento.
“Estoy durmiendo en el piso, escuchando sus gritos. Ella sufre muchísimo. Es desgarrador verla así”, expresó Josefina entre lágrimas, visiblemente afectada por el estado de salud de su hija y la falta de avances en el proceso judicial.
La familia denuncia que, debido a la edad de la presunta agresora —12 años—, no se ha podido avanzar en una investigación penal formal. “Se ha quedado en el limbo”, dijo Reyes. Hasta la fecha, no han recibido apoyo legal y enfrentan dificultades económicas para seguir el proceso.
La directora del Hospital Infantil Robert Reid Cabral, la doctora Mabel Elizabeth Jones Luciano, confirmó que la niña permanece estable, aunque con quemaduras de segundo y tercer grado que comprometen al menos la mitad de su cuerpo.
“En este momento la niña está estable. Las cirugías han sido para desbridamiento. Ayer se le realizó un injerto que salió todo muy bien. Estamos esperando cómo responde su cuerpecito para poder valorar una posible alta. Aún no tenemos una fecha, pero ha evolucionado favorablemente”, explicó la doctora.
La historia ha provocado una ola de solidaridad en redes sociales, donde se han organizado iniciativas para ayudar a la familia, que no cuenta con los recursos suficientes para cubrir los costos médicos y de recuperación. Los interesados en colaborar pueden canalizar su apoyo a través de la plataforma Jompeame, donde se ha habilitado una campaña para recaudar fondos.
Este caso plantea preocupaciones sobre la violencia entre menores, la protección infantil y la responsabilidad institucional ante hechos que, aunque protagonizados por niños, generan consecuencias devastadoras. La familia insiste en que, más allá del castigo, busca que se reconozca el daño y que se activen los mecanismos necesarios para evitar que otros niños pasen por una situación similar.
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