La Neverita: un balneario convertido en tumba por la negligencia y la extracción ilegal

La Neverita: un balneario convertido en tumba por la negligencia y la extracción ilegal

San Cristóbal. El balneario conocido como La Neverita, ubicado en el río Nizao, se ha transformado en los últimos meses en un peligroso escenario de tragedias. En mayo, al menos tres personas perdieron la vida en sus aguas. Entre ellas, Diego Alexander Soriano, un joven de apenas 25 años, vecino del sector El 18 de Haina, quien murió ahogado mientras compartía con su familia.

Diego, descrito como un joven alegre, trabajador y muy unido a su madre, Petrolina Arias, salió aquel día con sus primos y su hermano a disfrutar de las frescas aguas del río. A pesar de saber nadar, la profundidad inesperada del charco lo arrastró y le quitó la vida.

La Neverita: un balneario convertido en tumba por la negligencia y la extracción ilegal

“Ellos estaban en el agua compartiendo y de repente…”, relató su madre, sin poder completar la frase, ahogada en llanto. “No quiero que otra madre pase por lo que yo viví. Fue algo inexplicable, muy doloroso”, expresó entre lágrimas.

Petrolina hizo un llamado urgente a las autoridades para intervenir el balneario y prevenir nuevas tragedias. “Cuando me dijeron que no aparecía, empezó la búsqueda. No hay palabras para eso. Un hijo sin madre es huérfano, pero una madre sin hijo no tiene nombre”, lamentó.

Balneario improvisado por la depredación ambiental

Así como Diego fue una víctima, también lo es el propio balneario La Neverita, un espacio natural que ha sido deformado por la extracción ilegal de agregados para la construcción. Este punto, aunque frecuentado por bañistas, nunca fue concebido como balneario formal.

Según el geólogo Osiris de León, La Neverita surgió como resultado de excavaciones irregulares que han modificado peligrosamente el cauce del río Nizao. “Esta es una zona de extracción ilegal, irregular e informal. Se han socavado ambos laterales del río, y eso ha creado charcos de profundidades variables que representan un alto riesgo para quienes se bañan allí”, explicó.

De León alertó que, en algunos puntos, el terreno cambia de forma abrupta: “La persona puede estar con el agua en la cintura y, de repente, caer en una fosa de 5, 8 o hasta 12 metros de profundidad. Si no sabe nadar o no hay alguien cerca para asistirlo, pierde la vida”.

Extracción a plena luz del día

A pesar de la existencia de la Ley 171, que prohíbe la extracción de materiales en los ríos Nizao, Nigua y Yubazo, el saqueo continúa. “Aunque se han llevado casos a los tribunales, los extractores vuelven sin importar la hora”, denunció el geólogo.

Entrevista completa en el canal de YouTube de Te Lo Explico: