¿Por qué Trump amenaza con deportar a Elon Musk?

¿Por qué Trump amenaza con deportar a Elon Musk?

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió que su Gobierno “valorará” deportar a Elon Musk, tras un enfrentamiento público por la nueva ley de gasto fiscal aprobada en el Congreso. La disputa entre ambos magnates no solo refleja un quiebre personal y político, sino que revela cómo el gasto público, los subsidios y los intereses empresariales chocan en la economía estadounidense.

De aliados estratégicos a enemigos declarados

Hasta hace poco, Musk era uno de los grandes donantes y asesores de Trump. Fue director del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en su Administración y aportó cientos de millones de dólares a su campaña. Sin embargo, el empresario sudafricano cambió su postura tras calificar el nuevo proyecto fiscal como una “repugnante abominación”.

La respuesta de Trump: amenazas y cancelación de subsidios

Trump reaccionó rápidamente en Truth Social, su red, sugiriendo cancelar todos los contratos y subsidios federales a Tesla y SpaceX, incluso insinuando que Musk debería “volver a casa, a Sudáfrica”. El DOGE, antes liderado por Musk, sería ahora el ente encargado de auditar las ayudas económicas a sus empresas, algo que Trump describió como un “monstruo que podría comérselo”.

La disputa ya se traduce en efectos económicos: las acciones de Tesla cayeron más de un 14 %, equivalente a US$150,000 millones en valor de mercado, mientras Musk amenaza con fundar un nuevo partido político, el “America Party”. Al interior del Partido Republicano, estas tensiones podrían profundizar divisiones de cara a las elecciones.

¿Qué hay detrás de esta pelea?

El detonante fue la ley de gastos de Trump, que aumenta el déficit con inversiones millonarias en infraestructura, contrario a la visión de austeridad fiscal de Musk. Además, el empresario cuestionó la relación del expresidente con Jeffrey Epstein, intensificando el conflicto.

Más allá de un enfrentamiento personal, este choque ilustra las tensiones entre multimillonarios que apoyan la baja intervención estatal y líderes políticos que buscan sostener su popularidad con grandes proyectos de gasto. El desenlace podría redefinir la relación de Musk con Washington y el futuro de los subsidios a la industria tecnológica y espacial.

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