Las importaciones totales de República Dominicana alcanzaron US$27,532.42 millones entre enero y noviembre de 2025, una reducción de 0.55 % respecto al mismo período de 2024. La caída estuvo asociada principalmente al descenso en bienes de capital y en productos petroleros, pese al ligero aumento en bienes de consumo y materias primas.

Un descenso concentrado en bienes petroleros y de capital

El informe oficial muestra que el 79.95 % de las importaciones correspondió a bienes no petroleros, mientras que las petroleras representaron el 20.05 %, estas últimas con una disminución de 2.58 %.

En el detalle por tipo de bien, los bienes de consumo crecieron 1.91 % y las materias primas 0.06 %, mientras que los bienes de capital registraron una caída de 8.19 %. Esta reducción explica buena parte del retroceso general del valor importado.

Comportamiento por régimen aduanero

El 82.72 % de las importaciones ingresó bajo el régimen de despacho a consumo, 16.72 % por zonas francas y 0.56 % por otros regímenes.
Dentro del régimen de despacho a consumo —que totalizó US$22,776.01 millones— se observó una caída de 0.49 % respecto a 2024. En contraste, las importaciones no petroleras bajo este mismo régimen mostraron un crecimiento marginal de 0.05 %.

Composición del mercado importador

Los bienes de consumo representaron el 47.46 % del total importado, las materias primas el 36.13 % y los bienes de capital el 16.41 %.
En el régimen de despacho a consumo, la distribución fue similar: 48.89 % en bienes de consumo, 34.69 % en materias primas y 16.42 % en bienes de capital.

Además, el 63.64 % del valor importado se concentró en solo diez capítulos arancelarios, encabezados por:

• Combustibles minerales y aceites (20.05 %).
• Vehículos automóviles y tractores (9.61 %).
• Máquinas y aparatos mecánicos (cifra no detallada en el extracto).

Implicaciones económicas

El descenso en bienes de capital podría reflejar menor adquisición de maquinaria y equipo, mientras que la caída en las importaciones petroleras puede explicarse por variaciones de demanda interna o de precios internacionales. En contraste, el comportamiento positivo de bienes de consumo sugiere estabilidad o expansión en la demanda del mercado local.