Estados Unidos.  La actriz Kelley Mack, conocida por su papel como Addy en la serie de zombis The Walking Dead, falleció el pasado sábado a los 33 años en su ciudad natal de Cincinnati, a causa de un tumor cerebral que le fue diagnosticado en 2024. La noticia fue confirmada este martes por su familia a través de su cuenta oficial en Instagram.

Mack, quien apareció en cinco episodios de la serie entre 2018 y 2019, sufría un glioma difuso de la línea media, un tipo raro y agresivo de cáncer cerebral. En sus redes sociales, la actriz había compartido su proceso de recuperación y el difícil camino de volver a caminar tras ser diagnosticada.

“Era una luz brillante que ha trascendido al más allá, donde todos acabaremos. Kelley ya ha regresado a muchos de sus allegados en forma de variadas mariposas”, expresó la familia en el emotivo mensaje publicado en Instagram.

Además de su paso por The Walking Dead, la actriz participó en series como 9-1-1 y Chicago Med, y en películas independientes como Broadcast Signal Intrusion y Mr. Manhattan. También trabajó como productora ejecutiva en su último proyecto cinematográfico, Universal, cuyos estrenos promovió activamente hasta poco antes de su fallecimiento.

Desde pequeña, Mack apareció en anuncios de marcas reconocidas como Dr. Pepper, Budweiser, Dairy Queen y Chick-fil-A. Asimismo, prestó su voz como ayuda vocal para el personaje de Gwen Stacy en Spider-Man: Un nuevo universo.

Compañeros de The Walking Dead como Alanna Masterson, Gustavo Gómez y el director Michael E. Satrazemis lamentaron su muerte y destacaron su talento y calidad humana.