
La intolerancia a la lactosa, ¿por qué ocurre?
- 2025-06-18
- Autor: Carolina Cueva
Santo Domingo. Si luego de consumir leche, quesos o algún producto que contenga lactosa sientes una hinchazón o distensión abdominal, tienes gases, náuseas, diarrea, dolor en el abdomen, ganas de vomitar o el estómago te gruñe… Es muy probable que seas intolerante a la lactosa.
No te preocupes, no estás solo en el mundo. De acuerdo a un estudio de la revista médica The Lancet Gastroenterology & Hepatology, se estima que alrededor del 68% de la población mundial tiene algún grado de intolerancia o malabsorción de lactosa.
En Latinoamérica, la incidencia varía según el país. Por ejemplo, en México y América Central se estima que entre el 60 % y el 80 % de la población adulta puede ser intolerante a la lactosa. En Estados Unidos, la prevalencia entre las personas de ascendencia asiática, africana y latina es más alta que los de ascendencia europea, con tasas de intolerancia que rondan entre el 30 % al 50 %.

En República Dominicana no hay datos específicos de la cantidad de las personas con esta condición y, de acuerdo a la doctora María Teresa Moreta, la explicación se debe a que muchos en el país se autodiagnostican y se automedican.
“El porcentaje que va a consulta para hacerse un diagnóstico es muy poco”, expresó la doctora Moreta, especialista gastroenterología, en una conversó con Te lo explico news.
“No es una enfermedad en la que se hace un diagnóstico certero… Todo el mundo lo que hace es que si la leche le cae mal, la paran de beber y se autodiagnostica como intolerante. Y muchas veces no es así”, subrayó la especialista.

¿Qué es la lactosa?
En palabras llanas, la gastroenteróloga explicó que la lactosa es el azúcar que contiene la leche y la intolerancia a la lactosa la definió como la incapacidad del cuerpo de digerirla, y convertirla en glucosa (el tipo de azúcar que el cuerpo utiliza para generar energía) y galactosa (la que se presenta en la proteína).
La intolerancia a la lactosa se produce por insuficiencia de la lactasa, una enzima, localizada en las vellosidades del intestino delgado, que es donde se hace la absorción y la digestión de los nutrientes. En esta superficie descansan la mayoría de las enzimas que se necesitan para absorber y digerir los alimentos.
“Sobre estas vellosidades es que se encuentra la lactasa, en el adulto que tolera bien la lactosa”, explicó la doctora.
Los especialistas sospechan que un paciente es intolerante cuando dice que después de tomar leche o comer queso siente dolor abdominal, distensión abdominal, tiene muchos gases, tiene meteorismo o borborigmos (el sonido de las vías digestivas o del aire pasando por las tripas), hay un aumento de flatulencias, eructos y también puede presentarse diarrea.
“No es algo grave, nadie se ha muerto por ser intolerante a la lactosa, pero son incómodos los síntomas y se producen de entre media hora a dos horas después de haber consumido los lácteos”, agregó.

Gastroenteróloga María Teresa Moreta Suzaña
Sin embargo, explicó que una persona que es intolerante a la lactosa y lleva una dieta incorrecta, a largo plazo, podría sufrir desde cansancio extremo hasta la disminución de los depósitos de calcio, según estudios, causando osteomalacia, que es la debilitación patológica de los huesos por calcificación defectuosa.
Hay niveles de intolerancias, y estos niveles están relacionados a qué tan desgastadas están las enzimas de lactasa en el cuerpo de cada paciente. Cada caso de intolerancia a la lactosa dependen de la “idiosincrasia del paciente”, según explicó. “La mayoría de personas, aunque son intolerantes, toleran un vasito de leche, 250 mililitros”, agregó.
Diagnóstico
Existen dos tipos de pruebas para confirmar este diagnóstico. Una es de sangre y consiste en darle al paciente un vaso de leche, tomar tres muestras de sangre, una a la media hora, otra a la hora y una a las 2 horas. Si el nivel de azúcar del paciente no sube quiere decir que no ha digerido la lactosa. Es decir, es intolerante a la lactosa
El otro método es una prueba de aliento. En esta el paciente consume una cantidad de lactosa, y después a través del aliento se mide la cantidad de hidrógeno en el aire que el paciente expira. A mayor hidrógeno quiere decir que las bacterias han tratado de descomponer esa lactosa, lo que produce hidrógeno y metano, y no ha podido.
La gastroenteróloga indicó que las dos pruebas son precisas, aunque la que más se usa es la prueba de aliento o test de hidrógeno.
Sostuvo que también se puede hacer una biopsia a nivel del intestino para ver si hay algún tipo de malabsorción, pero este método de diagnóstico es más invasivo.

Soy intolerante a la lactosa, pero puedo consumir yogur, ¿Por qué?
Una persona intolerante a la lactosa puede consumir yogur, esto se debe a que a este alimento, aunque es derivado de la leche, se le añaden bacterias que descomponen la leche y hacen lo que nuestro cuerpo, a través de las enzimas, no pueden hacer.
También mientras más grasa tengan los quesos, son más digeribles para las personas intolerantes a la lactosa. Es por eso que hay personas que aun siendo intolerantes pueden presentar síntomas o no dependiendo del tipo de queso que coman.
Por ejemplo, un queso gouda o un manchego, que son quesos envejecidos y que ya han pasado por el proceso de formación de bacterias, pueden ser consumidos por personas intolerantes.
¿Es necesario el consumo de leche en la adultez?
“El único mamífero que después del destete sigue tomando leche es el ser humano¨, precisó la doctora Moreta.
Un individuo puede perfectamente vivir sin los lácteos y sin tener problemas de falta de calcio y de proteína. La especialista consideró que lo más adecuado para una persona que es intolerante a la lactosa es dejar de consumir leche y productos derivados de la leche.
Alimentos ricos en calcios y sin lactosa
La dieta del dominicano incluye muchos lácteos, ya sea por el consumo de la leche como alimento, o como materia prima para la elaboración de platillos y dulces. Y aunque ya existen medicamentos con suplementos de la enzima lactasa, hay muchas opciones de alimentos que tienen bastante calcio y proteínas sin lactosa, aquí presentamos varias opciones:
- Frutos secos, como las almendras, avellanas, pistachos y nueces.
- Frutas: pasas, ciruelas, higos y dátiles.
- Pescados y mariscos: sardinas, salmón, boquerones, almejas y mejillones.
- Legumbres: alubios, soja, garbanzos, lentejas, quinoa
- El tofu
- Semillas: chías, sésamo y girasol
Asimismo, la industria alimenticia ha desarrollado toda una variedad de alimentos preparados para estas personas, como leche deslactosada y productos sin lactosa.
Alrededor del mundo, cada vez son más las personas que están optando por consumir productos de origen vegetal y deslactosados.
De acuerdo una publicación de statista.es, en 2023 se habían consumido cerca de 8.000 millones de kilos de sustitutos de la leche a nivel mundial, cerca de 530 millones de kilos más que en 2023. Las previsiones apuntan a que para 2028 el consumo de este tipo de sucedáneos lácteos superará los 10.500 millones.
En una publicación se refieren a datos de Statista Consumer Insights, donde señala que la India lidera en este ámbito: alrededor de un cuarto de los encuestados afirma consumir sustitutos de la leche, 26%. En Latinoamérica, en México el 18% consumen este tipo de productos, mientras que en Brasil, el 13%. Donde menos sustitutos de la leche se consumen, de los países presentes en la encuesta, es en Japón (10%).
