La industria de fabricación de productos farmacéuticos en la República Dominicana experimentó un crecimiento sostenido durante la última década, con un aumento promedio anual de 11.6 % en sus ventas entre 2015 y 2024, de acuerdo con datos de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII). Este desempeño estuvo marcado por una mayor demanda de medicamentos, especialmente durante la pandemia, y por el peso creciente del consumo farmacéutico en los hogares dominicanos.

El crecimiento del sector se inscribe en un contexto global de expansión del mercado farmacéutico. Según Precedence Research, el mercado mundial pasará de 1.77 billones de dólares en 2025 a casi 3.03 billones en 2034, con una tasa de crecimiento anual compuesto de 6.15 %. En el ámbito local, estudios como el de ProCompetencia (2016) ya evidenciaban la relevancia del mercado, valorado entonces en US$529 millones y conformado por más de 1,300 distribuidoras y 4,075 farmacias, incluidas las Farmacias del Pueblo.

La estructura del mercado dominicano se divide en dos grandes segmentos. De acuerdo con el estudio del ICEX (2023), el segmento institucional representó el 52 % del mercado, mientras que el privado concentró el 48 % restante. Esta configuración ha permitido que la fabricación local tenga un peso predominante: entre 2015 y 2024, el 82.7 % de las ventas correspondieron a industrias de manufactura nacional, frente a un 17.3 % asociado a empresas acogidas al régimen de zonas francas.

Uno de los factores clave detrás del dinamismo del sector ha sido el gasto de los hogares en medicamentos. La Encuesta de Gastos e Ingresos de los Hogares de 2018 muestra que las familias dominicanas destinan alrededor de RD$9.4 millones mensuales a productos farmacéuticos. Una parte significativa de este gasto se concentra en medicamentos para enfermedades crónicas: solo los antihipertensivos, hipotensores y vasodilatadores representan el 32.3 % del total, equivalente a más de RD$3.0 millones mensuales.

El consumo farmacéutico también presenta diferencias regionales. El Cibao lidera la distribución del gasto con un 32.1 %, seguido por la región Ozama (26.5 %), el Sur (21.3 %) y el Este (20.1 %), reflejando tanto la concentración poblacional como el acceso a servicios de salud.

Desde el punto de vista productivo, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) reporta que, entre 2015 y 2024, el valor agregado de la producción farmacéutica creció en promedio un 7.2 %, con picos en 2018 (12.9 %) y 2022 (14.8 %). Durante ese período, la actividad se posicionó como una de las de mayor incidencia en el crecimiento del subsector de fabricación de sustancias y productos químicos.

La pandemia del covid-19 marcó un punto de inflexión. En 2020, las ventas de la actividad aumentaron un 21.1 % interanual, alcanzando RD$56,970.7 millones, impulsadas por la demanda asociada a las medidas sanitarias y la prevención del contagio. La subactividad de fabricación de medicamentos de uso humano registró un crecimiento de 11.7 % en ese año.

En términos fiscales, la expansión del sector también se reflejó en las recaudaciones. Según la DGII, las contribuciones al fisco de la fabricación de productos farmacéuticos crecieron a una tasa promedio anual de 13.4 % entre 2015 y 2024, al pasar de RD$1,583.6 millones a RD$4,902.6 millones. En promedio, esta actividad aportó el 2.5 % del recaudo total de la manufactura, con un máximo de 3.3 % en 2023.

El mayor aumento se registró en 2021, cuando las recaudaciones crecieron un 60.3 %, influenciadas por incrementos de 60.1 % en la fabricación de medicamentos de uso humano y de 77.0 % en la producción de productos de laboratorio, sustancias químicas medicinales y productos botánicos. Sin embargo, en 2024 se observó una caída de 11.0 %, asociada al descenso de estas mismas subactividades.