La nómina pública alcanzó 777,525 empleados en septiembre de 2025, un incremento de 5.2% frente al mismo mes del 2024, según cifras de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL). El aumento refleja una expansión continua del aparato estatal y responde, en parte, a la incorporación de personal en instituciones centrales y descentralizadas durante el año.

El crecimiento acumulado entre enero y septiembre fue de 22,700 trabajadores, equivalente a 3.0%. La variación interanual registrada en septiembre —la más alta desde marzo de 2023— confirma la aceleración del ritmo de contratación pública. En un lapso de apenas tres meses, entre julio y septiembre, la nómina aumentó 2.3%, un comportamiento que, de mantenerse durante un año completo, equivaldría a un crecimiento cercano al 14% anual.

Una tendencia que se consolida en la última década

Los datos disponibles permiten observar un cambio estructural. Desde 2016, la nómina estatal se ha ampliado en más de 255,000 empleados, lo que muestra un incremento sostenido durante los últimos diez años. De acuerdo con estimaciones del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), esta evolución implica una mayor proporción de recursos públicos destinados a cubrir remuneraciones.

La institución explica que no solo importa el monto consignado en el presupuesto, sino también el efecto que tiene sobre el uso alternativo de esos recursos. “Cuando el empleo público crece de manera constante, también aumenta la cantidad de recursos que la economía debe destinar a sostenerlo. Esos recursos provienen de la actividad productiva y no pueden emplearse simultáneamente en otros usos”, señala el CREES.

Implicaciones fiscales para 2026

El proyecto de presupuesto del próximo año confirma la relevancia de este componente. De aprobarse tal como fue presentado, el 23.2% del gasto público se destinaría nuevamente a remuneraciones, convirtiéndose en la partida más alta del gasto. Esta proporción influye en la disponibilidad de fondos para inversión, programas sociales o financiamiento de proyectos productivos.

El CREES advierte que esta dinámica tiene efectos sobre la capacidad futura del país para generar crecimiento. “El costo relevante no es únicamente el monto presupuestado, sino lo que la sociedad deja de hacer con esos recursos: invertir, innovar o crear nuevos empleos en el sector privado”, indica el centro de investigación.