El sistema financiero dominicano cerró septiembre de 2025 con estabilidad y capacidad para absorber pérdidas, impulsado por una mejora en las condiciones financieras y un aumento en los activos, aunque con señales de deterioro en la calidad de la cartera, según el Informe Trimestral de Desempeño publicado por la Superintendencia de Bancos (SB).

Las condiciones financieras mostraron una tendencia hacia la flexibilización. El Índice de Condiciones Financieras (ICF) registró una lectura de 0.26, señalando el cierre del ciclo restrictivo que había predominado en trimestres anteriores. De acuerdo con el informe, esta variación se explicó por “la desaceleración reciente de la tasa interbancaria y el aumento en los precios de los bonos”, lo que favoreció un entorno de crédito más dinámico.

Los activos del sistema financiero superaron los RD$4.1 billones, equivalentes al 56% del PIB, con un crecimiento interanual de 11.5% en términos nominales y 7.7% en términos reales. La cartera de créditos continuó siendo el principal motor del crecimiento, aportando el 48.7% de la expansión, mientras que los fondos disponibles (liquidez) contribuyeron un 33.9%, apoyados por un incremento de +45.0 p.p. interanual.

El crédito mostró señales de recuperación más claras. La cartera bruta alcanzó RD$2.341 billones, lo que representa una variación interanual de 9.8%. El crecimiento fue más pronunciado en los créditos hipotecarios, con una expansión de 13.2%, mientras que las tarjetas de crédito y los préstamos de consumo continuaron desacelerándose. La cartera comercial consolidó su repunte con un incremento de 5.7% en el trimestre.

La exposición del crédito en moneda extranjera también aumentó. El balance ascendió a U$ 8,614 millones, equivalentes al 23.3% de la cartera total, por encima del 22.4% registrado un año antes.

En cuanto a las tasas de interés, la banca múltiple registró una disminución durante el trimestre. Las tasas activa y pasiva cerraron en 14.32% y 7.32%, respectivamente, reduciéndose en términos interanuales y llevando el margen de intermediación a 7.0%. La tasa interbancaria cayó a 8.42%, lo que contribuyó al ambiente financiero más flexible.

Sin embargo, la morosidad mostró una tendencia ascendente. La cartera vencida alcanzó RD$47,621 millones, un aumento de 45.8% respecto al año anterior, y el índice de morosidad simple se ubicó en 2.03%. La SB señala que la morosidad en tarjetas de crédito “subió a 5.78%, incrementándose en 1.14 p.p. frente al mismo período de 2024”. La morosidad estresada llegó a 7.80%, en parte influenciada por reestructuraciones y castigos acumulados.

Las provisiones también aumentaron. El sistema constituyó RD$ 75.5 mil millones en provisiones, un incremento de 23.3%, acompañado de un gasto acumulado en provisiones de DOP 49.05 mil millones, un crecimiento interanual de 65.1%.

Los castigos de cartera mantuvieron su tendencia al alza. En los últimos 12 meses, los castigos ascendieron a RD$42,562 millones, un aumento de 54.7% respecto al año previo.

A pesar de estas presiones, las utilidades netas se recuperaron en el tercer trimestre. El margen financiero neto se amplió en 1.9 p.p., impulsando las utilidades en 3.4%. La rentabilidad del patrimonio (ROE) se situó en 18.5%, mientras que la rentabilidad de los activos (ROA) se mantuvo en 2.2%.

El sistema financiero mostró también una posición patrimonial sólida. El índice de solvencia cerró en 17.2%, ligeramente por debajo del año anterior, aunque el patrimonio técnico creció 11.6%, y el 84% corresponde a capital primario, con mayor capacidad de absorción de pérdidas.

En términos de inclusión financiera, los créditos a personas físicas ascendieron a 2.6 millones de usuarios, equivalentes al 36.7% de la población adulta, mientras que la cantidad de empresas con créditos aumentó en 2.8% interanual.