Jet Set: una estructura al borde del colapso, sostenida solo por lonas e indiferencia
Santo Domingo. – En los días previos al colapso de la discoteca Jet Set, que cobró la vida de 236 personas y dejó a más de 180 heridas, empleados y allegados al establecimiento realizaron intervenciones improvisadas para contener daños visibles en el techo del local, sin acudir a técnicos especializados ni implementar medidas adecuadas que garantizaran la seguridad de los asistentes.
Según consta en el documento acusatorio del Ministerio Público, ya el 5 de abril de 2025 se habían registrado desprendimientos de plafones del falso techo del establecimiento. La situación fue reportada internamente por Gregorio Adames Arias, conocido como Gregory, empleado del centro nocturno, al imputado Antonio Espaillat López, uno de los responsables de Jet Set. Pese a la advertencia, no se gestionó una reparación estructural formal.
El 6 de abril, Gregory procedió a recoger escombros y, valiéndose de una escalera, accedió al interior del techo para retirar manualmente plafones que seguían cayendo. La acción, presenciada por testigos, fue también notificada a la administración, sin que se adoptaran medidas correctivas.
El deterioro continuó. En la mañana del 7 de abril, solo un día antes del colapso, el mismo empleado volvió al lugar y al observar nuevamente el techo, notó que los plafones estaban siendo empujados hacia abajo por materiales del techo principal, que comenzaban a desprenderse.
Según el Ministerio Público, ese mismo día, se presentaron al local Manuel Jiménez Mateo, José Luis García Jiménez y otras personas, quienes intentaron reemplazar los plafones dañados. De acuerdo con sus testimonios, los paneles no estaban mojados, sino rotos. Al intervenir, extrajeron agua acumulada en lonas plásticas instaladas entre el falso techo y la estructura principal, una solución improvisada usada para contener filtraciones en lugar de realizar reparaciones estructurales reales.
Fiscalía acusa por negligencia criminal
El Ministerio Público ha calificado estos hechos como negligencia grave y homicidio involuntario, atribuidos a Antonio Espaillat López y Maribel Espaillat, ambos responsables operativos de la discoteca. De acuerdo con la acusación, los imputados estaban plenamente al tanto de los daños estructurales y, aun así, optaron por soluciones temporales sin criterio técnico, sin contratar personal calificado ni ordenar una inspección formal que permitiera identificar el riesgo inminente de colapso.
La investigación continúa abierta, mientras familiares de las víctimas exigen justicia por una tragedia que, según los hallazgos preliminares, pudo haberse evitado.
Te puede interesar:
