El Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) expresó este lunes su profundo pesar por la muerte de una niña de 7 años, quien habría sido víctima de maltratos físicos sistemáticos a manos de sus tutores en el sector Los Guandules, caso que aún está bajo investigación.

La institución aclaró que no recibió ninguna alerta sobre la situación de la menor a través de sus canales oficiales, sino que la denuncia fue dirigida a otra entidad, según confirmaron familiares de la víctima.

“El protocolo del Conani establece que al recibir una denuncia se realizan indagatorias iniciales y se notifica de inmediato al Ministerio Público, sin necesidad de pruebas previas”, indicó la entidad en un comunicado.

Asimismo, recordó a la ciudadanía los canales disponibles para denunciar casos de abuso infantil: la Línea Vida de la Procuraduría General de la República (809-200-1202), el Sistema 9-1-1, las oficinas regionales y municipales de la institución y las redes sociales institucionales.

El órgano rector del Sistema Nacional de Protección destacó que ejecuta las medidas dispuestas por el Ministerio Público y los tribunales especializados, incluyendo el ingreso de menores en situación de vulnerabilidad a hogares de paso y asociaciones sin fines de lucro.

Sobre el caso

Agentes de la Policía Nacional, adscritos al Departamento de Investigación de Delitos Contra las Personas (Homicidios), arrestaron a una pareja del sector Los Guandules, Distrito Nacional, señalada como responsable de la muerte de una niña de 7 años, quien presentaba múltiples signos de maltrato físico y barbarie.

Los detenidos son Yokeiry Coronado de la Cruz, de 33 años, tutora de la menor, y su compañero sentimental, Jeider Montero Medina, de 36. Según el reporte preliminar, la niña había sido entregada en custodia a Coronado de la Cruz por su madre biológica hace aproximadamente cinco meses.

El acta preliminar de levantamiento de cadáver, emitida por el médico legista, certifica que la causa de muerte fue maltrato infantil, constatándose golpes contusos, quemaduras y laceraciones en distintas partes del cuerpo.

Durante las entrevistas, Montero Medina declaró que su esposa había iniciado un maltrato progresivo hacia la menor hace alrededor de dos meses y medio, aumentando la severidad con el tiempo.