El reconocido cantante español Alejandro Sanz está envuelto en una controversia pública tras las declaraciones de Ivet Playà, una joven catalana de 28 años, quien asegura que la relación que mantuvo con el artista hace unos años se convirtió en una experiencia «traumática».

La historia, que comenzó con la admiración de una fan y terminó en una serie de acusaciones públicas, ha encendido el debate tanto en España como en otros países donde Sanz es ampliamente conocido. 

¿Quién es Ivet Playà?

Ivet Playà es una joven de Cataluña que actualmente tiene 28 años. Hasta hace poco, era una persona anónima fuera de las comunidades de fans de Alejandro Sanz, pero su historia ha cobrado notoriedad luego de que publicara un video testimonial en sus cuentas de TikTok y X (antes Twitter).

En su relato, Playà detalla cómo, a los 17 años, comenzó a ser seguida en redes por Sanz. En ese momento, ella era una seguidora ferviente del artista. Sus publicaciones, asegura, fueron comentadas por el propio cantante, quien también compartía sus contenidos, incrementando el vínculo virtual entre ambos. Al cumplir los 18, el contacto pasó de lo digital a lo físico.

“Lo que empezó como un sueño, acabó siendo una pesadilla”, afirma Playà, quien sostiene que la relación estuvo marcada por una manipulación emocional constante. Según ella, el desequilibrio de poder entre ambos –por edad, estatus y experiencia– fue evidente y le generó un daño emocional que aún arrastra.

Un seguimiento por toda España

Playà asegura que, movida por la conexión emocional que sentía con el cantante, asistió a más de diez conciertos en apenas mes y medio, viajando por distintas ciudades de España para verlo actuar. Según su versión, la frecuencia de estos encuentros no fue casual ni unilateral, sino motivada por la cercanía que el propio Sanz cultivaba en privado.

Durante este periodo, sostiene que se consolidó una relación marcada por momentos de aparente cercanía, pero también de control y distancia emocional.

El seguimiento no solo se limitó a los conciertos. Playà afirma que parte del entorno de Sanz tenía acceso a sus conversaciones privadas, aunque no especifica los medios ni los responsables.

Oferta de trabajo

Uno de los giros más delicados de la historia ocurrió cuando Ivet Playà, ya con 22 años, se mudó a Madrid tras aceptar una oferta de trabajo en el entorno del artista. No se ha detallado públicamente la naturaleza exacta del empleo ni las condiciones del mismo.

Durante esa etapa, Playà denuncia haber vivido situaciones «moralmente inaceptables», aunque evita describirlas de manera concreta. También insinúa un control más activo por parte del equipo de Sanz sobre sus movimientos y su privacidad.

Más recientemente, según el propio cantante, Playà le propuso participar en un negocio familiar, propuesta que Sanz dice haber rechazado tras consultarlo con sus asesores. Este detalle lo reveló el propio artista en su respuesta pública, insinuando que podría existir una motivación ulterior en las acusaciones actuales.

La respuesta de Alejandro Sanz

Ante la gravedad de las acusaciones y el revuelo generado en redes, Alejandro Sanz decidió pronunciarse a través de sus historias de Instagram.

“Ivet, yo tenía un recuerdo muy bonito de nosotros dos, personas adultas, compartiendo su cariño, siendo libres”, escribió, refiriéndose a la relación.

Sobre una supuesta propuesta de negocio, añadió: “En el mes de mayo me ofreciste participar en unos negocios familiares tuyos. Tras revisarlo con mis asesores, te dije que no”.

Sanz concluyó expresando pesar por la situación, aunque sin asumir responsabilidad por el dolor que Playà dice haber experimentado:

“Siento que tu reacción sea esta, pero quiero que sepas que nunca he sido partícipe de estas prácticas y así seguiré toda mi vida. Te deseo que encuentres pronto tu camino y felicidad.”

Con estas palabras, el cantante no niega que hubo tuvo una relación con la joven cuando esta tenía 18 años y él 49, como citó Playà, pero dejó claro que fue entre adultos y de manera “libre”.

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