San Francisco de Macorís. La angustia y la preocupación se apoderaron este jueves de la comunidad educativa del Centro Educativo Ana Celeste Fernández, ubicado en los predios agrícolas de La Guama, del distrito municipal Aguayos, luego de que más de 20 estudiantes resultaran afectados por la aplicación de pesticidas en zonas aledañas al plantel escolar.

El hecho ha reavivado una problemática que, según denuncias de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), se repite año tras año, afectando a cientos de niños en distintas comunidades rurales del país.

La organización sostuvo que la práctica de fumigaciones sin control cerca de las escuelas ha puesto en riesgo no solo la salud de los estudiantes, sino también su derecho fundamental a recibir educación en un ambiente seguro y saludable.

“La salud y la vida de la niñez dominicana no pueden seguir supeditadas a intereses económicos ni a la negligencia de quienes deben velar por el cumplimiento de las leyes”, manifestó la ADP en un comunicado.

La ADP advirtió que no tolerará más hechos de esta naturaleza, los cuales no solo comprometen el bienestar físico de los estudiantes, sino que también suponen una carga económica adicional para familias que ya enfrentan múltiples dificultades.

“Desde hace años estamos demandando que el tren gubernamental escuche el clamor de estas comunidades. No queremos esperar a que ocurra una tragedia con pérdida de vidas humanas para que las autoridades aparezcan con medidas tardías y actitudes populistas”, añadieron.

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Aunque existen normativas que regulan la aplicación de agroquímicos cerca de centros escolares, la ADP denuncia la falta de un régimen efectivo de consecuencias, así como de voluntad política para hacerlas cumplir.

“Si de verdad se quiere hablar de compromiso con la educación, este debe comenzar garantizando entornos libres de riesgos, donde cada estudiante pueda aprender sin miedo, sin intoxicaciones y sin que su derecho más sagrado —el de vivir— se ponga en peligro”, concluye el comunicado.