Caracas (EFE).— El secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, afirmó este sábado que el país se encuentra en “una revolución pacífica, pero no desarmada”, en un contexto marcado por lo que calificó como una “amenaza” por parte del despliegue aeronaval de Estados Unidos en el mar Caribe.

Durante la juramentación de los comandos de comunidad bolivarianos, en un acto transmitido desde el estado Monagas por Venezolana de Televisión (VTV), Cabello explicó que el presidente Nicolás Maduro ordenó desde hace meses una “resistencia activa prolongada”, acompañada de una “ofensiva permanente” para la defensa del país.

“¿Qué significa una resistencia activa prolongada? El país no se paraliza. Seguimos trabajando, disfrutando, haciendo lo que hacemos todos los días, pero atentos a los detalles. No nos podemos dejar arrinconar por nadie”, expresó.

Cabello afirmó que Venezuela ha vivido “cuatro meses intensos de amenazas”, en referencia al despliegue militar estadounidense en el Caribe, acusando a Washington de ejercer “terrorismo psicológico” contra la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y contra la población venezolana. “Todos los días una amenaza. ¿Por qué lo hacen? Porque creen que nos van a doblegar por el miedo. Y no nos conocen”, sostuvo.

En este contexto, el también ministro de Interior auguró una “gran victoria” frente a Estados Unidos y advirtió que cualquier enfrentamiento “no será cosa de 48 horas, de tres días ni de un mes”. “Si no se meten con nosotros, perfecto. Si se meten con nosotros, ahí estamos”, dijo, al tiempo que hizo jurar a los presentes su compromiso con la defensa del país y la derrota del “imperialismo”.

El viernes, el presidente Nicolás Maduro reiteró que la “amenaza y agresión imperialista” es, a su juicio, desproporcionada, innecesaria e ilegal a la luz del derecho internacional. Además, pidió a los cuerpos policiales estudiar tanto la teoría como la práctica de la “resistencia popular prolongada” y de “todas las formas de lucha armada popular, militar y policial”, asegurando que cada institución debe contar con “un plan de ofensiva permanente”.

Estados Unidos mantiene un despliegue militar en el Caribe, cerca de la frontera con Venezuela, bajo el argumento de combatir el narcotráfico, mientras que el Gobierno venezolano lo denuncia como una “amenaza” destinada a propiciar un cambio político en el país.