La República Dominicana sigue ganando terreno en la cinematografía internacional, esta vez con un proyecto que cruza fronteras y géneros. La directora y escritora Dilia Pacheco está al frente de Vlad, la primera coproducción rumano-dominicana, basada en un tratamiento que ella misma desarrolló durante más de 15 años. El largometraje propone una visión humanista y realista de Vlad el Empalador, la figura histórica que inspiró Drácula, mostrando su vida desde su cautiverio en el Imperio Otomano hasta sus tres reinados y notoriedad por actos de crueldad contra sus enemigos.

El proyecto surgió de manera fortuita en el Festival de Cannes, donde Pacheco conoció a Iuliana Tarnovetchi, productora rumana y socia gerente de Alien Film, durante la alfombra roja de La casa que Jack construyó. Según Pacheco, “Cuando descubrí que Iuliana era rumana, le conté sobre mi proyecto sobre Vlad… y se sorprendió de lo mucho que yo, una dominicana, sabía sobre esta figura histórica rumana”. Con un presupuesto de 3 millones de dólares, la producción viajará a Rumania para su rodaje, y se contratará a un guionista para co-desarrollar el proyecto.

Este largometraje marca un hito para la industria local, consolidando a Pacheco como una de las directoras emergentes más prometedoras del país. Su debut como directora, Girasol (2017), fue reconocido en los Toronto Independent Film Awards y nominado en los Premios Platino y La Silla. La cineasta también ha contado con el apoyo de DGCine; según Yvette Marichal, jefa del instituto de cine dominicano, “Dilia es una de nuestras estrellas en ascenso y estamos seguros de que tendrá una carrera duradera en esta industria”.

Paralelamente, Pacheco lidera la ambiciosa superserie Patria, un proyecto panregional que abarcará República Dominicana, Cuba, Chile, Perú, Brasil y Colombia. Con inspiración en series como Breaking Bad y House of Cards, los 10 episodios de una hora explorarán la lucha de un general contra la corrupción y el narcotráfico en América Latina. PMS Prods., la empresa de Pacheco, trabaja en coordinación con CAMM Prods. de Cuba y Atómica Films de Chile, buscando productores y directores en los demás territorios para dirigir episodios de manera local.

La trayectoria de Pacheco y estos proyectos reflejan cómo la industria cinematográfica dominicana combina talento creativo, estrategia internacional y coproducciones transnacionales para consolidarse en el mapa global. Desde Cannes hasta Rumania, y de Vlad a Patria, la República Dominicana muestra que puede generar contenido relevante y competitivo, capaz de atraer audiencias y colaboradores internacionales, mientras fortalece su identidad cultural y cinematográfica.