Durante la misa celebrada este sábado en el Vaticano con motivo del Jubileo de los Gobernantes y Administradores, el papa León XIV dirigió un firme y reflexivo mensaje a líderes políticos de todo el mundo, centrado en tres ejes fundamentales: la desigualdad económica, la dignidad humana frente al avance de la tecnología, y la necesidad de legislar con base en principios éticos universales.

Desigualdad y justicia social: una amenaza para la paz

El Papa denunció como “inaceptable” la brecha cada vez mayor entre ricos y pobres. Según afirmó, la concentración de la riqueza en pocas manos mientras millones viven en la pobreza extrema genera injusticia, lo que a su vez “puede desembocar en violencia y en el drama de la guerra”.

“Quienes viven en condiciones extremas gritan para hacer escuchar sus voces, pero, a menudo, no hallan oídos dispuestos a escucharles”, lamentó León XIV.

En este contexto, exhortó a los gobernantes a actuar con responsabilidad y compromiso por el bien común, defendiendo especialmente a los más vulnerables. Aseguró que una política orientada a la distribución equitativa de los recursos puede convertirse en una vía real hacia la paz social.

Tecnología con ética: advertencia sobre la Inteligencia Artificial

El pontífice también abordó los desafíos éticos que plantea la Inteligencia Artificial (IA), tema de creciente debate global.

Reconoció su potencial para contribuir al bienestar humano, pero advirtió que debe utilizarse sin afectar la dignidad, la identidad y la libertad de las personas.

“La vida personal vale mucho más que un algoritmo, y las relaciones humanas necesitan espacios reales, no solo pantallas”, alertó, pidiendo que la tecnología no sustituya el contacto humano ni las decisiones morales.

La ley natural como brújula ética para legislar

León XIV recordó a los líderes políticos que la legislación debe guiarse por la “ley natural”, es decir, principios morales universales que trascienden ideologías o intereses particulares. Citó al pensador romano Cicerón y al mártir inglés Tomás Moro como ejemplos de coherencia ética y conciencia recta.

“La ley natural constituye una brújula con la que orientarse a la hora de legislar y actuar, especialmente sobre cuestiones éticas delicadas”, subrayó.

Un mensaje claro para los líderes

El Papa dirigió este mensaje a dirigentes de 68 países, entre ellos la primera ministra italiana Giorgia Meloni, así como senadores, diputados, alcaldes y diplomáticos.

Les recordó que gobernar no es un privilegio, sino un servicio, y que las decisiones que tomen pueden construir un mundo más justo o agravar sus conflictos.