¿Puede la paciencia convertirse en victoria?

2025-07-08
Autor: Aquiles J. Ramírez

Hülkenberg sube al podio tras 239 intentos

Luego del resultado en el Gran Premio de Gran Bretaña que se celebró en el circuito de Silverstone, hubo muchas alegrías. Lando Norris celebró la victoria en casa, Oscar Piastri mantuvo el liderato del campeonato, pero sin lugar a dudas el que más celebró fue el piloto alemán Nico Hülkenberg.

Lo que parecía un récord maldito terminó en celebración. Después de 239 grandes premios, Hülkenberg logró el primer podio de su carrera en la Fórmula 1, al finalizar tercero en el Gran Premio número 12 de la temporada.

Hülkenberg, de 37 años, largó desde la posición 19 y supo aprovechar las difíciles condiciones climáticas para ejecutar una estrategia perfecta bajo la lluvia. Un cambio oportuno a neumáticos intermedios, manejo limpio y la lectura precisa de una carrera llena de interrupciones le permitieron escalar posiciones hasta asegurar un resultado histórico tanto para él como para su equipo, Sauber.

El podio de Hülkenberg es también el primero para la escudería suiza desde 2012 y el mejor resultado en esta nueva etapa del equipo previo a su transformación oficial en Audi.

El récord de la espera

Con su tercer lugar en Silverstone, el alemán rompió el récord de más grandes premios disputados antes de conseguir un podio. Hasta ahora, ningún otro piloto había necesitado más de 200 carreras para lograrlo. Le siguen en esta lista Adrian Sutil (128 GP), Pierluigi Martini (119) y Philippe Alliot (109), aunque ninguno de ellos logró subirse al podio.

Un podio con sabor a redención

El resultado fue celebrado a lo largo del paddock como uno de los momentos más humanos y emotivos de la temporada. Compañeros, ingenieros y fanáticos coincidieron en que, aunque tardío, este podio es una reivindicación para uno de los pilotos más respetados de su generación.

En un deporte donde los reflectores suelen estar reservados para los campeones, Nico Hülkenberg encontró su lugar en la historia a fuerza de paciencia, trabajo y lealtad a su vocación. El podio llegó. Y con él, una ovación merecida.