Santo Domingo.- Un total de 115.461 haitianos indocumentados ha abandonado «por voluntad propia» la República Dominicana y retornado a su nación de origen en lo que va de año, según estadísticas ofrecidas este domingo por la Dirección General de Migración (DGM).

Esas salidas «son consideradas el producto de las medidas para interdictar y deportar a extranjeros indocumentados, dispuestas por el Gobierno y que son aplicadas firmemente por la DGM», precisó la entidad en un comunicado, en el que se aseguró que dichos retornos se hacen «en un marco de respeto a los derechos humanos».

Abinader insta a salida voluntaria

En abril pasado, el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, recomendó a los miles de haitianos indocumentados que viven en el país que se marchen voluntariamente. De lo contrario, el gobierno los buscará y los repatriará, como parte de una serie de medidas que ha implementado para enfrentar la inmigración irregular desde Haití, país que atraviesa desde hace años una crisis de múltiples niveles.

La Dirección General de Migración (DGM) informó el pasado lunes que deportó a 250.741 haitianos en condición migratoria irregular entre enero y agosto de este año.

Organismos como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han criticado la política de repatriación que aplica República Dominicana, debido al aumento de casos en los que las autoridades dominicanas devuelven a personas vulnerables —incluidas mujeres embarazadas, madres lactantes y niños— a Haití, donde enfrentan una situación humanitaria cada vez más precaria. Este país atraviesa una grave crisis de seguridad y precariedad en todos los órdenes.

Amnistía Internacional (AI) ha señalado que las políticas migratorias en República Dominicana están arraigadas en el racismo, fruto del perfilamiento racial y la negación de servicios básicos como la salud, según un protocolo que condiciona la atención médica al estatus migratorio.

Así mismo, AI acusa al Estado dominicano de privar arbitrariamente de nacionalidad a decenas de miles de dominicanos de ascendencia haitiana, dejándolos en situación de apatridia.