Millones en alerta mientras el país enfrenta temperaturas récord y riesgo de salud pública nivel 4

Estados Unidos se enfrenta desde este viernes a su primera ola de calor significativa de 2025, un fenómeno que amenaza con extenderse durante varios días y afectar a millones de personas en el centro y este del país.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió que el evento, que se inició en las Grandes Llanuras, avanzará hacia el Medio Oeste y los Grandes Lagos, e impactará con mayor fuerza la Costa Este a partir de la próxima semana.

Calor extremo con nivel de riesgo máximo

Las temperaturas podrían alcanzar el nivel 4 de la Escala de Riesgo de Calor, el más alto, lo que implica peligro extremo para la salud pública, especialmente para quienes carecen de acceso a sistemas de enfriamiento o hidratación adecuados.

Ciudades densamente pobladas como Washington D.C., Filadelfia, Baltimore y Nueva York podrían registrar máximas entre 37 y 39 °C, con mínimas que no descenderán de los 27 °C, lo que limita la capacidad del cuerpo para recuperarse durante la noche. 

El escenario se agrava por cielos despejados, vientos débiles y una atmósfera que no se enfría ni de madrugada, lo que podría generar golpes de calor incluso en horas nocturnas.

Medidas de prevención en marcha

Ante el riesgo, las autoridades han activado planes de contingencia. En Washington, se habilitaron centros de enfriamiento en bibliotecas y espacios públicos, además de refugios especiales para personas sin hogar.

Las recomendaciones incluyen:

• Evitar la exposición prolongada al sol
• Mantenerse bien hidratado

• Usar ropa ligera y de colores claros
• Cuidar especialmente a niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.

El calor como síntoma global

Este fenómeno no es aislado. El año 2024 fue el más caluroso registrado en la historia, y se proyecta que 2025 estará entre los tres más cálidos. Esto es consecuencia directa del cambio climático, agudizado por el fenómeno de El Niño.

“Lo que antes era un evento excepcional ahora amenaza con convertirse en la nueva normalidad”, advirtió el NWS.

Pese a la activación de protocolos, surgen dudas sobre si el país puede responder de forma sostenida y equitativa ante el aumento de eventos extremos. Desigualdad en el acceso al aire acondicionado, infraestructuras urbanas en deterioro y falta de información en comunidades vulnerables podrían aumentar los efectos devastadores del calor extremo.

Mientras los expertos insisten en que estas olas serán más frecuentes y severas, las autoridades subrayan que la prevención y la conciencia ciudadana serán claves para evitar pérdidas humanas en los próximos días.

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