Santo Domingo. – Una fuente cercana a la investigación ha confirmado a Te Lo Explico News que el empresario Antonio Espaillat, dueño del centro nocturno Jet Set, no ha sido interrogado por las autoridades en relación con el colapso del techo de la discoteca, ocurrido en la madrugada del 8 de abril, que dejó un saldo de 236 fallecidos y más de 150 heridos.

Las autoridades aún no han convocado al empresario para que declare ni como testigo ni como sospechoso. Según la fuente, ni la Fiscalía del Distrito Nacional ni la Dirección General de Persecución del Ministerio Público, dirigida por el magistrado Wilson Camacho, han citado formalmente a Espaillat.

Sin embargo, la misma fuente aclaró que, en esta etapa del proceso, no se considera necesario el interrogatorio del empresario, aunque no se descarta que esto pueda ocurrir en el futuro, dependiendo de los avances de la investigación.

En tanto, la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (ONESVIE) entregó a la Procuraduría el informe preliminar sobre las causas del colapso, que arroja detalles sobre fallas estructurales y otros factores que podrían haber influido en la tragedia.

Sobre la tragedia

La tragedia ocurrida en el Jet Set ha sido catalogada como uno de los eventos más devastadores en la historia reciente de República Dominicana. El colapso del techo, durante una noche de alta concurrencia, resultó en la muerte de 236 personas y dejó más de 150 heridos. La magnitud del desastre ha conmocionado al país y generado una ola de cuestionamientos sobre las condiciones de seguridad en los centros de entretenimiento.

Las investigaciones preliminares apuntan a fallas estructurales significativas en el edificio que ya habían sido advertidas a la administración del local. Según informes, en 2023 se presentó un diagnóstico técnico que señalaba la necesidad de remodelaciones estructurales tras un incendio ocasionado por el impacto de un rayo en la planta eléctrica del establecimiento.

Sin embargo, esas recomendaciones fueron desatendidas, lo que ha puesto bajo el foco a los propietarios y administradores del desaparecido centro de diversión nocturno.